Uno de los elementos más importantes en el proceso de entrenamiento es poner a prueba lo aprendido.
Esencialmente se trata de probar que tu perro puede realizar una acción determinada en una variedad de situaciones de forma consistente.
Buscamos que en un lugar nuevo, con altos distractores (multitud de personas, perros, ruidos, etc) tu perro te escuche, a sus marcadores, y que no trate de huir o hacer otra cosa.
Como parte de este proceso vamos a ir desapareciendo gradualmente los premios, ya que lo que los dueños buscan a largo plazo es que el perro los escuche con o sin premios presentes, y queremos llegar al punto en el que el perro es feliz de realizar sus comandos en todas las situaciones, con o sin comida presente.